Los “peques” de la casa necesitan un cuidado especial en cuanto a sus dientes se refiere.

La odontopediatría es aquella parte la odontología que se encarga del cuidado, mantenimiento y prevención de la salud dental del niño desde su infancia hasta su adolescencia, ya que cualquier alteración sin tratar en dientes temporales, puede influir posteriormente en las piezas permanentes.

Por eso es importante mantener las piezas temporales de los niños porque facilitan su masticación y habla, así como el espacio para los futuros dientes definitivos.

LA PRIMERA CITA CON EL DENTISTA 

Los niños deben ir a la consulta dental cuando comienzan a tener dientes en su boca, de esta manera se van acostumbrando al dentista y a no tener miedo.

Se le hará una revisión de dientes y encías y se abrirá una ficha con los antecedentes médicos y dentales del niño para poder prevenir problemas futuros.

Si todo está correcto se harán revisiones cada 6-12 meses  aprox.

Ten en cuenta que los dientes saludables de un bebé tienen un color blanco uniforme, si ves manchas o puntos en los dientes, es conveniente que adelantes la visita al dentista.

Sin miedo al dentista

Cuando llegue el momento de acudir al dentista, los padres deben transmitir una sensación de confianza y seguridad a sus hijos para no inculcarles miedo.

Es bueno que los niños sepan que van a ir al dentista y que en casa jueguen a contar los dientes que tiene y explicarle que eso es lo que le van a mirar en la cita para que se familiarice con la situación que vivirá.

Incluso para que vean que no pasa nada, los padres pueden hacerse una revisión delante de sus hijos para darles seguridad

A medida que los niños crecen están más dispuestos a sentarse en el sillón por si solos, diciéndole a los padres que regresasen a la sala de espera.

Es importante que el niño visite regularmente al dentista para evitar caries y otra serie de problemas.